Un ETF es un fondo de inversión cotizado, lo que significa que se trata de un fondo de inversión que sigue el precio de un activo subyacente. Existen ETF en varios sectores y clases de activos. Los ETF del oro, por ejemplo, existen desde hace décadas, y lo que hacen es seguir el precio del oro.
Un ETF de Bitcoin es simplemente un fondo de inversión cotizado de Bitcoin o activos relacionados al precio de Bitcoin. Los ETF son productos financieros regulados. De esta manera, se pueden operar ETF de Bitcoin y otras criptomonedas en mercados tradicionales como NASDAQ o NYSE, en vez de hacerlo en exchanges de criptomonedas. Esto, sin embargo, podría cambiar en el futuro, a medida que las fronteras entre las finanzas tradicionales y el sector de las criptomonedas se continúen difuminando.
El objetivo de los ETF de Bitcoin es brindar a los inversores convencionales, que no se sienten cómodos haciendo trading de criptomonedas, acceso a Bitcoin a través de un instrumento con el que tienen familiaridad.
¿Porqué es importante un ETF de Bitcoin?
Bitcoin no es el activo más fácil de gestionar. La custodia, por ejemplo, puede provocar serios dolores de cabeza a las grandes instituciones. Después de todo, Goldman Sachs no va a conectar una billetera hardware a una laptop y transferir 2 mil millones de Bitcoin a ella. Las grandes instituciones financieras no operan de la misma forma que los inversores individuales, y requieren complejos marcos regulatorios y una «plomería financiera» para poder participar en este sector.
Es por este motivo que un ETF puede ser crítico para aumentar la adopción y expandir la base de inversores potenciales. Puede ofrecer a los participantes de los mercados tradicionales exposición a los precios sin que tengan que preocuparse por todas las cuestiones prácticas de la posesión física de las monedas.
Un ETF de Bitcoin podría contener un canasto de activos que, además de Bitcoin, incluya Ethereum, acciones de Tesla y oro, y de esta manera brindar a los inversores la diversificación de los beneficios.